Hoy debemos celebrar, más que nunca si cabe, el que revoluciones imposibles se hacen realidad de vez en cuando… si muchos se lo proponen.
El año 1974, en Portugal, un grupo de oficiales del ejército, y todo el pueblo portugués, pusieron fin a la larga dictadura.
Os dejo el enlace de un documental del programa Informe Semanal, que se emitió en España el 30 de abril de 1977. tres años después de la Revolución de los Claveles, que así se llamó la revolución portuguesa, mientras aquí también nos hallábamos inmersos en nuestro propio cambio de rumbo, hacia la democracia, tras la muerte de Franco.
Si queréis saber más o ilustraros cinematográficamente sobre este acontecimiento que marcó la historia reciente no solo de Portugal, sino también de España, hay una película de María Medeiros que a mí siempre me impresiona y me emociona. Se llama Capitanes de Abril. Esto es el enlace de un trailer en español. Y si alguien se atreve, aquí en versión original en portugués,
Quiero destacar que, al parecer, la democracia a la que Portugal y España accedieron de manera pacífica en 1974 y 1975 respectivamente se ha echado a perder y está siendo saqueada.
Ya es hora de tomar ejemplo y recuperar los derechos que nos están siendo arrebatados y la democracia que hemos perdido.
Hoy he aterrizado casi sin quererlo en la página de Wikipedia de Pripyat, la ciudad ucraniana que quedó abandonada tras la explosión del reactor nuclear de Chernobil.
Cuentan que era una ciudad hermosa y floreciente. Fue construida para los trabajadores de Chernobil y encomendaron su diseño a los aquitectos más avanzados e innovadores de la URRS, tratando de que hicieran un gran trabajo, como así fue.
La gente que vivía allí era muy joven, al parecer la media de edad era de 26 años al principio. Había buen clima y muchas comodidades de las que carecían en otros lugares de la Unión Soviética.
Por desgracia en pocas horas todo se fue al traste. La población tuvo que ser evacuada y desde que ocurrió el accidente, en abril 1986, ha quedado abandonada. Parece que hace algún tiempo han vuelto algunos de sus antiguos moradores, a pesar de estar prohibido y que se considera que la zona no estará totalmente libre de radiación hasta dentro de 24.000 años. Sí 24 mil. ¡Se dice pronto!
Hoy en día los amos de la ciudad son los animales salvajes. Las autoridades suelen permitir la entrada, pero sugieren que nadie se quede por la noche. Las manadas de lobos son sus auténticos dueños.
Además de un par de fotos, que podéis ampliar haciendo clic, os dejo el enlace a Wikipedia que lo explica todo muy bien. Y también a una galería de fotos donde vemos escenas sobrecogedoras de las ruinas de la ciudad.
Tras la reciente tragedia en Fukushima estas cosas dan que pensar. El peligro nuclear siempre es una amenaza… que a veces se hace realidad. Luego ya no hay vuelta atrás: el dolor es inmediato para los que están ahí cuando se produce un accidente. Y el daño, irreparable y permanente a muy largo plazo…
Beasts of the Southern Wild, en España Bestias del Sur salvaje, es una película fuera de lo común.
Ha recibido numerosos premios y la crítica se ha volcado muy favorablemente en el film. Entre el público, en cambio, hay disparidad de criterios.
Personalmente diría que es una película muy imaginativa, llena de simbolismo y hecha con mucho entusiasmo. Pero el resultado es discutible y el mensaje confuso.
De todos modos, creo que vale la pena verla sin prejuicios y con la mente y los ojos y oídos bien abiertos. Me parece que haciendo este pequeño esfuerzo el resultado puede resultar gratificante y, cuando menos, la crítica y el debate estarán servidos.
Os dejo los comentarios que el propio director, el novel Benh Zeitlin, hizo a su película:
Quiero llenar mi vida y mis películas de personas aventureras, valientes y con buen corazón. No importa si es un caos y todo se descontrola porque lo pasas con personas a las que quieres y, al final, la película acaba siendo aventurera, valiente y con buen corazón, lo que me parece más importante que un movimiento de cámara impecable. Este concepto está presente en todo el proceso de realización de BESTIAS DEL SUR SALVAJE. Mi idea de hacer cine es fabricar una energía, un sentimiento, una forma de ser que se acople a las personas que hacen la película conmigo. Se trata de inventar una realidad y poblarla con las mejores personas que conozco.
Y esto es lo que pasó cuando escogimos a Dwight Henry, el dueño de la panadería y pastelería que está enfrente de mi casa, y a Quvenzhané Wallis, del Colegio Elemental Honduras, para hacerse cargo de los papeles protagonistas, Wink y Hushpuppy. Ninguno había actuado antes, pero bastaba con mirarles a los ojos para descubrir a unos guerreros intrépidos y saber que eran capaces de cualquier cosa. Y aunque hubo que reescribir el guión de principio a fin y cambiarlo todo, daba igual, porque se trataba de elementos superficiales comparados a la posibilidad de captar el espíritu indomable necesario para articular la película.
Aplicamos este principio a todas nuestras decisiones. ¿Creamos un decorado del mar en un plató o rodamos en el mar? ¿Adaptamos una localización accesible para que se parezca al fin del mundo o rodamos en el fin del mundo? ¿Convertimos a una niña de 11 años para que interprete a una de 6 o trabajamos con una niña de 6 años?
El sur de Luisiana me conquistó porque esa mentalidad está por todas partes. Llegué hace seis años para quedarme dos meses y todavía sigo aquí. Es el hogar de la gente más tenaz de Estados Unidos, una especie en peligro de extinción. Y es lo que quería plasmar en esta historia. Los huracanes, los vertidos de crudo, la tierra que se pudre debajo de los pies confiere la sensación de que, inevitablemente, un día de estos desapareceremos del mapa. Quise hacer una película que explorase cómo se puede responder a esa condena a muerte. No sería una crítica a los políticos responsables del desastre, ni una llamada a la responsabilidad medioambiental, nada de todo eso. En mi opinión, la cuestión es cómo tener la fuerza de ver morirse el lugar de donde se ha salido, sin perder la esperanza, la alegría y las ganas de festejar que lo definen. Encontré la respuesta en las indomables personas que interpretan la película, y la articulación de la historia en la obra «Juicy and Delicious” (Jugoso y delicioso), de mi querida amiga Lucy Alibar, una comedia apocalíptica acerca de un niño que pierde a su padre en el fin del mundo. Hushpuppy nació de nosotros dos y del espíritu de Quvenzhané Wallis. Es un pequeño animal que debe encontrar la fuerza del sur de Luisiana para sobrevivir. Le di toda mi sabiduría y todo mi valor. Es la persona en que me quiero convertir.
El texto lo he sacado de un post mucho más extenso y muy interesante de LaHiguera.net.
Quiero añadir añadir que la película no sería la misma ni tendría el mismo vigor ni el mismo impacto sin su protagonista infantil, Ouvenzhané Wallis. Esta niña de 6 años dota a la película de una vitalidad difícil de expresar… pero me atrevo a decir, sin temor a equivocarme, que su interpretación es lo mejor del film.
El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costoe de la vida, del pan, de la harina, del vestido, del calzado y de las medicinas, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan torpe que se enorgullece y saca el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos, que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.
Este texto, he de reconocerlo, me ha sacudido, puesto que, aunque nunca me alejo de las ideas y los sentimientos de la clase a la que pertenezco, es decir a la gente común que, cada día más, sufrimos los abusos de los poderosos… A menudo la repugnancia por las empresas que todo lo quieren para sí y por los políticos que se venden, y nos venden, a ellas me hace pensar en tirar la toalla y tratar de ignorar, tarea imposible lo sé, los abusos a que día a día nos vemos sometidos.
Abusos tanto más injustos en cuanto que hoy la industria, la ciencia y la tecnología podrían proporcionar no solo pan, sino también salud y comodidades para todos los habitantes del planeta… cosa que injusta y vergonzosamente se nos niega en favor de unas minorías que cada día se hacen más y más ricas, más y más poderosas a costa de la sangre y la vida de los más débiles.
Hace unos días conversaba en la red con una amiga católica, tremendamente disgustada con el anterior Papa, Benedicto XVI, por la aparente falta de responsabilidad que parecía implicar su reciente dimisión. En ese momento yo defendía al Papa saliente, casi sin argumentos, pero basándome en uno muy importante para mí: la libertad de todo ser humano para escoger su camino, incluyendo a los Papas de Roma.
Hoy ha caído en mis manos un interesante artículo donde se dan algunas explicaciones bastante plausibles sobre la desusada dimisión Papal.
Así que he decidio transmitirle a mi amiga un mensaje personal sobre el tema y el enlace al mencionado artículo. Os lo dejo también a vosotros. Seguro que habrá alguien a quien puedan interesar estos temas.
La primera película que vi de Kim Ki-duk fue La isla, que me cautivó por su planteamiento fuera de lo común y por la belleza formal que a duras penas logra disimular una gran dureza de fondo.
He visto otras películas de este realizador, la mayoría con bastante ‘satisfacción’ si fuera ésta una palabra apropiada para describir las sensaciones que produce el cine de este autor.
Me gustó, cómo no, Hierro 3, especialmente cuando la vi en su idioma original… Llevo bien el tema de los doblajes, pero con el cine oriental, me inclino totalmente por las versiones subtituladas.
Samaritan Girl me pareció mucho más floja, aunque tiene su encanto morboso.
La más antigua que he visto, si no recuerdo mal, es Pimavera, Verano… que se me hizo pesada y, en general, carente de interés…
Os cuento esto porque si las habéis visto, os podéis hacer una ligera idea de mis gustos en lo que a este autor se refiere y así valoráis mejor mi opinión (que no crítica).
El otro día vi Pietà, que ha recibido críticas variadas y un León de Oro en Venecia. A punto estuve de dejarla después de 20 o 25 minutos de gran violencia inexplicada, que culminan en una sorpendente violación…
El caso es que insistí un poco más y ya todo fue quedando más claro… Pietà plantea situaciones de individualismo salvaje y muestra cómo la crueldad arraiga en el ser humano que vive desde su infancia inmerso en el desamor. Por otra parte nos muestra una sociedad dividida entre afortunados y miserables. Los segundos son los que se nos muestran, pero también para éstos el dinero es casi siempre el talismán en el que depositan su confianza; débil talismán por el cual prácticamente todos sufren y algunos mueren.
La venganza también juega un papel importante y probablemente sea el único sentimiento que genera reacciones más duras, emfermizas y persistentes que las que provoca el dinero o su ausencia.
Pietà es una película sangrienta, pero a veces tierna, con un ritmo magistral (una vez superados los primeros minutos) y con interpretaciones que van de lo inexpresivo a lo inolvidable.
Diría que no debes perdértela… pero si no eres aficionado a este tipo de cine, te puedes llevar una desagradable impresión y dejar la película a medias. Tú mism@.
Han pasado muchos años y una ‘Expo’ en el 98… Y a veces uno se enamora de una ciudad, pero cuando vuelve ya no es la misma… igual que pasa con las personas. Nos quedamos con una imagen como de cliché fotográfico, pero el tiempo pasa y las cosas cambian…
Estaba ahora buscando música y he encontrado, ilustrando un disco buenísmo de Rodrigo Leao, una foto que refleja un poco esta sensación.
Se trata del «elevador da Bica»… Elevador es como llaman en Portugal a los funiculares y también al famoso ascensor diseñado por Eiffel, el «elevador de Santa Justa».
En realidad sé positivamente que los elevadores apenas han cambiado en los últimos años (la foto que os dejo al final del texto, del mismo elevador, no es demasiado antigua), pero una ciudad no se reduce a sus elementos urbanísticos.
Pero a veces cambian otras cosas incluso más importantes: los modos de vida, la forma de funcionar de la gente, la orientación económica que se le da desde las instituciones, en definitiva la forma de vivir y de mirar el mundo de las personas…
Barcelona misma sigue siendo una ciudad preciosa… pero de las Olimpiadas del 92 a esta parte ha cambiado mucho, ya no es la ciudad popular, trabajadora, alegre y sencilla que yo conocía… Y por eso temo que algo parecido haya pasado en Lisboa… A veces también es nuestro recuerdo el que cambia las cosas.
Pero, sea como sea, me siento optimista y no me quedaré sin hacer las comprobaciones oportunas con mis propios ojos…
Me preocupa leer tantas cosas en Internet, escandalosas y tremebundas, tal vez reales, pero que raras veces puedo contrastar. Muchas veces no veo fechas ni firmas, solo algunos datos (?) y especulaciones que me confunden y no me conducen a ninguna parte
No puedo evitar el reproducir aquí un interesante artículo sobre el porqué de tantas teorías de la conspiración. Toca diferentes aspectos del problema y no descarta nada… salvo LA CONSPIRACIÓN con mayúsculas.
Cuando era muy niño, a principios y mediados de la década de 1960, en Catalunya no había ni una sola autopista. En España, seguramente, la única era la que unía Madrid con el cercano aeropuerto de Barajas. El resto de carreteras eran, mejor o peor asfaltadas, anchas o estrechas, vías de dos carriles, uno para cada sentido de la marcha.
Tampoco se necesitaba más, los vehículos eran pocos y lentos.
El primer coche que tuvimos en casa llevaba matrícula de M-470000, lo cual significaba que en toda la provincia de Madrid solo se habían matriculado hasta entonces esa cantidad de vehículos. En Barcelona había unos pocos menos y en el resto de España apenas si debían sumar otro millón más… Por aquel entonces España rondaba los 30 millones de habitantes
Hacer 100 Km. en esa época podía llevar más de medio día y si en vez de automóvil se usaba transporte público el mismo viaje ocuparía sin duda un día entero.
Hoy, con nuestras carreteras y autopistas y nuestros coches modernos, podemos desayunar en Barcelona y comer en Madrid, a 600 Km. O podemos amanecer en Valencia y acostarnos en París a 1200 o 1300 Km.
Lo mismo ocurre con nuestras comunicaciones: radio y televisión, teléfonos fijos y móviles por todas partes, mensajeros super-rápidos, ordenadores y, por supuesto, internet…
m o m e c e s 
