Catalunya: referéndum e independencia

Catalunya fue en tiempos de Franco (y antes de él) una región de España. Actualmente es una de las 17 comunidades autónomas de ese estado. Antes del 11 de septiembre de 1714 era un principado que perdía a marchas forzadas su independencia y su soberanía frente a otras monarquías de España y Francia. Para más datos sobre la historia de Catalunya, ver esta entrada en la Wikipedia.

Según quién dirá que Catalunya es una nación, una nacionalidad, un país… pueden darse muchos nombres a una misma realidad. Pero si realidades mucho más simples son difíciles de definir con palabras, está realidad resulta todavía más confusa.

Sea como sea, Catalunya no está pasando por un buen momento. Los políticos no están por la labor, ni los de fuera ni los de dentro. Mucha gente de la calle tampoco.

Hace algún tiempo alguien se iluminó, un alcalde, un municipio… y convoco entre sus ciudadanos un ‘referéndum’ para decidir si Catalunya debe ser o no un estado independiente. Independiente de España, para empezar, y por supuesto de cualquier otro estado.

Este ‘referéndum’ fue un acontecimiento mediático sin precedentes, que levanto una gran polvareda… tanto entre los que están a favor de la independencia como de los que están en contra, hasta el punto que algún tiempo después la convocatoria se hizo extensiva a otros municipios catalanes. He aquí algunas noticias de prensa que comentan los resultados desde distintos enfoques. 20 minutos, elpais.com, laprensagrafica.com

Conviene dejar bien claro que dicho referéndum era como poco ‘alegal’. Digo alegal porque supongo que si fuera ilegal no habría podido celebrarse. También es cierto que aunque la idea surgió de entidades municipales no pudo realizarlo ni promoverlo municipio ni institución alguna, sino grupos de voluntarios, apoyados, eso sí, por partidos políticos y municipios a la sombra.

En cualquier caso, dicho referendo no podía ser de ninguna manera vinculante. Es decir, el resultado no obliga a nada ni a nadie, aunque, obviamente, pone de manifiesto la voluntad de los votantes y, según los resultados, podía permitir una cierta presión política en una u otra dirección. Por supuesto, los resultados son susceptibles de interpretaciones en función del número de votantes, la edad de los mismos y otros factores… Como sea, aunque el sí a la independencia fuera mayoritario, la participación fue muy baja y extremadamente desalentadora para la mayoría de organizaciones y partidos convocantes.

Hace poco, el 13 de diciembre, una Coordinadora planteó dicha consulta en mi municipio entre otros 100… Estuve considerando los pros y los contras y al final decidí abstenerme por diferentes razones, la principal de las cuales era que veo estos referendos como una manipulación del sentir popular por parte de grupos políticos que probablemente no han sabido cómo conseguir sus objetivos (ni acercarse a ellos) por otros caminos más institucionales y, al fin, optan por esta curiosa vía.

Hay más razones, como por ejemplo en mi caso el considerar la oportunidad tanto de la consulta, como, sobre todo, de la misma independencia.

Ayer me llegó entre los muchos sitios a los que estoy suscrito, vía RSS, un interesante artículo escrito por Rai, en el blog Aglaia, que explica de forma bastante clara algunos puntos de vista sobre los mencionados referéndums. Puntos de vista que en su mayoría comparto. Es por esa razón que, aprovechando la licencia Creative Commons de este blog copio y pego aquí el post que me ha interesado, para quien quiera saber más acerca de estos referendos y de algunas posturas, sino contrarias, al menos críticas.

Ojo, nada de lo dicho hasta aquí por mi parte significa que rechace la posibilidad de un auténtico referéndum acerca de la soberanía de Catalunya. Es más, creo que esa consulta debe hacerse única y exclusivamente al pueblo catalán. Y que el resto de España debería mantenerse tan silenciosa como cualquier otro país de este planeta… o incluso más.

Lo que pasa es que, como explica Rai en su blog, este referendo está fuera de lugar y de tiempo y, aun peor, viene disimuladamente impuesto desde arriba y responde más que nada a la incapacidad de nuestros gobernantes.

La realidad, sin embargo es muy sencilla: una consulta de este tipo solo puede ser útil y creíble (en vez  de generar más confusión de la que ya tenemos) si surge nítida y claramente de una voluntad popular…

Olvidaba decir que el texto está escrito en catalán. Para los muchos amigos (españoles o americanos) de este blog que no entienden nuestro idioma, dejo aquí un enlace a la traducción que automáticamente he generado con Google Traductor.