Archivo por meses: abril 2010

Entre les murs – La clase

He estado viendo este film de 2008 (Palma de Oro en Cannes), realizado bajo bandera francesa por Laurent Cantet.

Como ex-potencia colonial, Francia presenta más conflictos raciales y sociales que otros países, pero, no nos engañemos, la problemática que plantea Entre les murs tiene más que ver con la educación que con la marginación.

El problema de la incomunicación entre profesores y alumnos no viene dado únicamente por la falta de medios, las familias desestructuradas y la extracción social de estos últimos.

La realidad es que la brecha entre docentes y alumnos se abre por culpa de la propia educación. Es una brecha que ha existido siempre y en nuestros días se hace cada vez más insuperable.

Tras ver la película, que os recomiendo, he hecho una pequeña crítica en Film Affinity, que copio y pego un poco más abajo para vosotros.

Por desgracia, aunque hace tiempo que soy consciente de esta problemática ,y como estudiante la he vivido en varias ocasiones, no tengo muy claro cuál pueda ser la solución. Desde luego, no hay una respuesta para todo. El camino para resolver los problemas que se plantean en La clase (y por supuesto en la vida real de millones de estudiantes y también profesores) es largo y va a necesitar de mucho esfuerzo e imaginación.

Ni que decir tiene que, por ahora, vamos en sentido contrario: Bolonia y el Plan de Convergencia Europeo, tal como están planteados, no son la solución ni el camino a seguir.

La educación universitaria, o media, o elemental, pasa no por crear técnicos y especialistas y así incrementar la productividad y engrasar los engranajes de la maquinaria de producción. La verdadera educación, a todos los niveles, tiene que ver con conectar al joven estudiante con la realidad de la que forma parte, consiguiendo, o al menos intentándolo, que esa conexión se viva como algo sugestivo y estimulante.

Se necesita una educación que responda a los intereses y a la curiosidad del educando y no a ninguna pauta orientada a mejorar la productividad, que es lo que ahora tenemos.

No sigo. Os dejo aquí mi pequeña crítica a Entre les murs. Si tenéis hijos u os interesan estos temas, deberíais ver la película.

Solo una cosa más: la educación verdadera es el bien más preciado que una sociedad pueda tener, más incluso que la sanidad… y, por desgracia, hace ya mucho que nos lo están robando… mientras nosotros miramos hacia otro lado.

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IV Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado

He recibido hoy en mi correo electrónico el siguiente mensaje, que quiero compartir con vosotros, ya que aquí hemos hablado en bastantes ocasiones sobre Afganistán:

Hoy le dan a la presidenta de ASDHA Mònica Bernabé el IV Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado. La entrega del premio será a las 20 horas en Córdoba.

Este premio se da por la «trayectoria profesional brillante y comprometida por la defensa de los Derechos Humanos de periodistas de cualquier nacionalidad o bien de organismos o entidades periodísticas que hayan realizado trabajos en zonas de conflicto bélico o de especial violencia social».

Mónica Bernabé trabaja en Afganistán desde hace 2 años como periodista freelance y es la única periodista española que vive permanentemente en Afganistán. Así mismo, es la primera mujer en recibir el premio.

A continuación os adjunto el discurso de Mónica para la ceremonia de entrega del premio, donde nos pone al corriente de la actual situación del pueblo afgano en general y de sus mujeres en particular.

Discurso de Mònica Bernabé en la entrega del Premio Julio Anguita Parrado (7 de abril de 2010)

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Con nuestra propia medicina…

Hace al menos un par de años que se veía venir. Muchos países del primer mundo están entrando en crisis. Las deudas del estado no se pueden pagar y hay que buscar soluciones… a veces radicales, a veces desesperadas.

Este artículo nos habla de la presencia del FMI (Fondo Monetario Internacional) entre los que  fuimos (unos por más tiempo y otros menos) los privilegiados.

El 20 de agosto de 1982 México fue el primero de una larga lista de países ‘en desarrollo’ que ya no pudo reembolsar una deuda descomunal. El FMI apareció en escena como un prestamista de último recurso y, cual bombero pirómano, repartió sus préstamos con el fin de reembolsar a los acreedores. Esos préstamos están condicionados a un programa de ajuste que impone medidas estructurales y medidas de choque: privatizaciones masivas; liberalización de la economía y apertura de los mercados; reducción drástica de los presupuestos sociales; supresión de las subvenciones a los productos básicos; desarrollo de monocultivos de exportación en detrimento de los cultivos para consumo propio; incremento de los tipos de interés para atraer capitales…

Como ya pronosticaba Michel Camdessus, director del FMI entre 1987 y 2000: “Todas las trabas a la liberalización del comercio serán suprimidas, dejando a las empresas en libertad de producir y exportar sus productos como quieran y como decida el mercado”. El mecanismo sutil de un neocolonialismo económico se instala a largo plazo: el servicio de la deuda viene a engrosar a los acreedores y las políticas instauradas en los países con acuerdos con el FMI pasan por el control de Washington. Ya no hay soberanía: las instituciones financieras internacionales imponen la voluntad de los acreedores y abren el camino a las multinacionales, la mayor parte de las cuales tiene sede en el Norte. Para demostrar la omnipotencia del FMI, recordemos que el brasileño Lula tuvo que firmar una carta comprometiéndose a respetar los acuerdos pasados entre su país y el FMI antes de su llegada al poder en 2002.

Crisis de legitimidad

Muchos países en desarrollo, que eran autosuficientes en productos alimentarios a principios de los años ‘80 (como Haití con el arroz), hoy tienen que importar los alimentos necesarios para su población. La agricultura subvencionada de los países occidentales ha inundado el Sur, arruinando a decenas de miles de familias y expulsándolas de sus tierras hacia barriadas de chabolas. También Senegal tiene que importar todos los ingredientes de su plato nacional, el pollo Yassa. Cuando los especuladores se abalanzan sobre esos productos en la Bolsa de Chicago, como ocurrió en 2008, cuando los precios se multiplicaron en los mercados locales y decenas de países se vieron en situaciones dramáticas de hambruna.

Como consecuencia del abandono de las subvenciones a productos de primera necesidad impuesto por el FMI, los movimientos de oposición se han multiplicado en el último cuarto de siglo. Los disturbios contra el FMI estallan a intervalos regulares en el Sur. Por ejemplo en Perú, en 1991, cuando el precio del pan se multiplicó por 12 en una noche, o el de Caracazo (Venezuela), en 1989, tras la aplicación de un plan de ajuste estructural que terminó con tres días de disturbios que ocasionaron numerosos muertos.

Ante la impopularidad de las condiciones vinculadas a sus préstamos, varios países (Brasil, Argentina, Uruguay, Indonesia, Filipinas, Turquía…) reembolsaron anticipadamente su deuda con el FMI a principios del siglo XXI. El saldo pendiente de los créditos del FMI cayó en picado y, en primavera de 2008, la institución se vio obligada a despedir a 380 empleados y a vender parte de su oro. Por otra parte, la institución se enfrenta a una grave crisis de legitimidad y los tres últimos directores del FMI han dimitido antes del final de su mandato.

El FMI y la crisis

En el G-20 de Londres de abril de 2009, el FMI vio triplicarse sus recursos con el fin de que pudiera multiplicar sus préstamos en todas las direcciones. Las condiciones son severas en todas partes: reducción o congelación de los salarios de los funcionarios, reducción de las pensiones de jubilación, privatización de las empresas públicas, etc. Una decena de países de Europa del Este ha abierto líneas de crédito con el FMI en menos de un año, y en Ucrania se espera la visita de una delegación del Fondo a finales de marzo. Si Letonia quiere seguir recibiendo financiación del FMI y de la UE, debe tomar la decisión de reducir un 20% los salarios de los funcionarios y un 10% las pensiones de jubilación. Esas políticas suscitan reacciones de la población, que se echa a la calle: huelgas generales que se suceden en Grecia, manifestaciones de profesores en Letonia, de funcionarios en Rumanía, o el rechazo por referéndum del 90% de la población islandesa a reembolsar una deuda que consideran ilegal…

John Lipsky, el número dos del FMI y ex alto cargo de la banca JP Morgan, previno a los países desarrollados de que deben preparar a la opinión pública para las próximas medidas de austeridad, como la disminución de los subsidios por enfermedad y de la jubilación. Si los pueblos no se oponen tenaz e inmediatamente a las exigencias del FMI y de los gobiernos del Norte al servicio de los mercados financieros, tendrán lugar unas regresiones sociales de gran alcance que es urgente impedir.

La fuente de este texto es Periódico Diagonal. Allí podrán leer el artículo completo, cuyo autor es Jérôme Duval y que se titula El FMI desembarca en el Norte