Aquí no hacemos ni decimos nada especialmente importante, solo caminamos juntos.
Estaba ojeando un libro que da muy buenas sugerencias para tener una vida equilibrada y feliz y he pensado, tal vez pudiera transcribir alguna de estas ideas en el blog.
Luego me he dicho: tal vez pudiera yo mismo hacer algo así en el blog…
Pero, a pesar de que este tipo de libros son muy interesantes a veces, sospecho que hay suficientes y que si yo hiciera algo parecido en el blog tal vez tú no me estarías leyendo.
Nena siempre dice que lo que les gusta a los oyentes de nuestros podcasts son nuestras historias personales, contadas por nosotros, tal como nosotros las vivimos… y con nuestras propias palabras.
Y creo que tiene toda la razón. Y aún hay algo más. Aquí con las historias cotidianas, con los pensamientos, con los libros y canciones que nos gusta compartir, vamos pasando el día a día… pero no solos, como en un diario, sino en compañía de vosotros, los lectores del blog o los oyentes de los podcasts.
Algunos dejáis comentarios, otros no, pero, siento que nuestras vidas, en cierta forma corren en paralelo. A veces no por mucho tiempo, en otros casos sí… Pero como sea nos encontramos en este espacio y compartimos nuestras cosas y formamos un algo difícil de describir, pero compacto, solido, coherente.
Somos libres para irnos o quedarnos, para escribir o dejar de hacerlo, para contar una cosa u otra, para leer o dejarlo, para comentar o no hacerlo… y consciente o inconscientemente decidimos seguir ahí compartiendo unos minutos y un pedazo de nuestras vidas.
Las palabras a veces no tiene valor y otras tiene mucho…. y también mucha fuerza.
En los últimos tiempos, en la red y fuera de ella, se ha puesto de moda una palabra que me encanta y que puede significar mucho para el futuro… No de los que nos reunimos en este espacio u otros similares, sino también para todos y todas en general.
Esa palabra es comunidad. Yo la aprendo en muchos sitios diferentes. Me viene dos a la cabeza ahora mismo: uno, aquí en internet, donde somos muchos los que compartimos por compartir, sin esperar nada a cambio, excepto precisamente eso, el formar parte de algo.
El otro sitio son esas comunidades de, por ejemplo, las culturas indígenas de América. Por lo que sé ellos viven el concepto de comunidad por encima del de individuo y eso es lo que les ha permitido, lo que les permite todavía hoy, susbsistir como cultura a siglos de adversidades.
Entre lo virtual y lo racial, puede haber, y de hecho van surgiendo, todo tipo de comunidades, donde lo que más cuenta ya no es el beneficio individual, sino que se antepone el colectivo.
Tras muchas décadas de individualismo, parece que está llegando el momento en que nos damos cuenta de que no es el camino. Nos educamos en él y vivimos, todavía, inmersos en un mundo de muchos individuos aíslados y pocas comunidades verdaderas. Pero creo que eso está cambiando. Es una sensación que tengo, y cada día es más intensa.
Así que, gracias a los que estáis aquí, gracias a los que participáis. Con vosotros sentimos que caminamos juntos, que somos parte de algo mayor, parte de un todo. Y eso, creo, es lo que más necesario ahora.